RETAZOS DE REALIDAD EN UN MUNDO VIRTUAL

Seguro que la amplia mayoría, por no decir que todos, conocen la película Matrix, un film de culto categorizado como ciencia ficción, pero… ¿de verdad merece estar enmarcado en este género o hay un trasfondo que escapa a la mayor parte de los mortales?

Recuerdo como hace ya muchos años, en el verano del 2000, cuando yo era una jovenzuela lozana y me encontraba haciendo prácticas de fotógrafa para un periódico de Burgos, un día hablando sobre la que se convertiría en mi peli favorita con un chico de allí que se llamaba Juanjo, me comentaba: «¿Y si lo que cuenta Matrix fuera real y vivimos en una simulación?». Yo por supuesto, que por entonces vivía como una ignorante metida en el sistema (aunque nunca acabara de encajar en él desde mi más tierna infancia), descarté categóricamente esa «teoría» por considerarla descabellada, ya que mis sentidos me hacían aferrarme a la realidad palpable que había conocido siempre. Aunque muchos años después de eso empecé a comprender mediante investigaciones, sincronicidades, elucubraciones y apertura de mente que aquello que me comentó Juanjo no era para nada tan desacertado.

A mi particularmente cuando era una niña ya me llegaban indicios de «flashes de irrealidad», y es que de repente mi mente experimentaba como un vuelco repentino y me provocaba una inmersión en una sensación como si lo que estuviera pasando en esos momentos fuera como un sueño y no fuese real (los niños son más receptivos). Ya en la edad adulta apenas me pasa y, quizás, lo he vuelto a experimentar una vez en los últimos tres años … Aunque cuando tenía 23 años, una vez que tomé unas setas alucinógenas junto con varias amigas en unas fiestas de un pueblo al que iba a veranear, estuve todo el viaje con esa sensación (los estados alterados de conciencia a veces te hacen percibir cosas) y me parecía verlo como como si fuese una película y aquello fuese algo ilusorio…

Si nos remontamos a la antigüedad, ya Platón, el filósofo griego, nos hablaba sobre «el mundo de las ideas» cuya proyección es lo que constituye el mundo material o sensible, y nos ilustraba sobre lo engañosos que eran los sentidos en su mítica Alegoría de la caverna. Pero la naturaleza mental de todo lo que creemos que constituye la realidad, ya se enseñaba de mucho más atrás, con las enseñanzas de Hermes Trismegisto (Hermes el tres veces grande), cuya procedencia no es clara, ya que es conocido como una entidad que ha sido mencionada en diferentes culturas antiguas como la egipcia (representado como el dios Toth), la sumeria y algunas otras (en la cultura judía era Enoc, en la escandinava era Odín, etc), y de quien se dice que fue el inventor de la alquimia, la astrología e incluso de la psicología. De esta figura procede la filosofía hermética, que quedó plasmada en los anales de la historia en la famosa Tabla esmeralda, y cuyos principios quedaron resumidos a principios de siglo XX en El Kybalión, del que hago mención en un apartado de mi post La teoría unificada de campos de Nassim Haramein. La naturaleza mental del universo.

Además, teniendo en cuenta sobre lo que ya he comentado en entradas anteriores, como La vacuidad de la existencia (donde explico como la materia es prácticamente inexistente, ya que todo está compuesto de átomos, y un átomo es un 99,999999% de espacio vacío, y que realmente nunca llegamos a tocar nada, y es nuestro cerebro quien interpreta la fuerza de repulsión electromagnética de los electrones dándonos la sensación del tacto), y tenemos en cuenta los descubrimientos de la física cuántica, en los que el que el experimento de la doble rendija marcó un hito a principios del siglo XIX, con la demostración de la dualidad onda-partícula y que todo se consolida por la influencia del observador, produciendo el colapso de la función de onda (ya lo expuse también en el artículo antes mencionado), nos da claros indicios sobre la naturaleza mental del Universo, tantas veces expuesta en milenarias tradiciones como la de los vedas, entre otras tantas.

Y es que «como es arriba es abajo», «como es adentro es afuera», nuestra realidad interior es la que expresamos en el exterior, tal y como reza la filosofía hermética, y todo está íntimamente interconectado. Ya lo postula la teoría de cuerdas, que enuncia que todas las partículas que conforman el universo, se crean en realidad por la vibración de las cuerdas.

Esta naturaleza mental del TODO y su interconexión tiene su explicación en el principio holográfico, que trabaja con la hipótesis (aunque yo sé y estoy convencida de que es una certeza aplastante) de que el universo (y se puede incluir el multiverso) puede ser un vasto y complejo holograma. En este panorama que conforma la realidad que percibimos cobra suma relevancia la conexión con TODO, ya que no podemos olvidar que una parte del holograma contiene información de la totalidad, muy en consonancia con lo que predican los saberes milenarios de las culturas ancestrales (entre los que se encuentran los principios herméticos), o con lo que postula, por ejemplo, el efecto mariposa, donde una pequeña variación puede llegar a generar efectos masivos.

Dentro de este contexto, recomiendo leer un libro llamado El paradigma holográfico, en el que reputados científicos ya explicaban en los años 80 esta naturaleza de la verdadera existencia, donde «el cerebro es un holograma que interpreta un universo holográfico», y que yo ya me leí hace algunos años.

El paradigma holográfico

Thomas Campbell, ex físico de la NASA, lleva cuatro o cinco décadas indagando sobre este tema con intención de unificar la relatividad general, la mecánica cuántica y la metafísica junto con los orígenes de la conciencia, y su trabajo es sumamente interesante. Tiene publicada una trilogía llamada My Big Toe que me encantaría leer, pero por desgracia no está traducida al español (y aunque sé inglés no me veo capaz de abordar una trilogía completa con bastantes tecnicismos), aunque podemos seguir el hilo de sus descubrimientos por las entrevistas y conferencias que se encuentran en la red. En este enlace pueden oírle explicar como estamos inmersos en una realidad virtual «muy bien hecha».

En estrecha relación con la holografía está el tema de la computación, ya que el universo holográfico podría simplificarse como una ingente cantidad de información cuántica asimilable en bits y expresados en haces de luz que constituyen la holografía. Ya numerosos científicos han puesto de manifiesto este punto de vista desde hace ya unos cuantos años como Erik Verlinde, que expone que la aceleración entrópica del universo se manifiesta en un sistema que evoluciona de forma que cada vez necesita un mayor número de bits de información para describir todas sus características. Y hablando del principio entrópico, en este artículo explican de una manera bastante clara las ideas para entender lo que estoy estoy enunciando ahora en esta concepción virtual de la totalidad. Al final del presente post, introduciré en documentos de interés, más noticias y reseñas interesantes y que complementan las referencias que les estoy dando.

Se podría, por tanto, establecer la analogía de que el universo funciona como un superordenador cuántico que almacena una inmensa cantidad de información traducibles en bits. No podemos olvidar que un holograma se compone de datos codificados y convertidos en pulsos de luz, es decir en píxeles holográficos.

Ahora que ya hemos entrado en materia y les he ilustrado de la naturaleza virtual de la existencia material, podría decirse que cobra sentido el recibir señales cósmicas, tanto numéricas (no podemos olvidar que los números y las matemáticas son el lenguaje del universo) como de otra índole cuando las precisamos, como ya les ilustré en mi pasada reseña La geometría sagrada de la vida. Mensajes cósmicos de los números, ya que absolutamente TODO está conectado y una parte contiene información de la totalidad. Y aquí es cuando se producen las sincronicidades, que Carl Gustav Jung definió como «la relación de simultaneidad y la coincidencia de sentido en los hechos acausales». Porque lo que la mayoría de los mortales considera que son «casualidades» no son tal sino que son «causalidades», muchas veces he referido comentarios a lo largo de mis escritos, que yo no creo en las coincidencias del azar, puesto que las casualidades no existen.

Dentro del marco de la información traducida en bits del universo, todos venimos a este mundo con un software instalado, fruto tanto de vidas pasadas como del árbol familiar en el que nacemos y que ya suele llevar una programación, que en muchos casos tenemos por misión reparar. Si a esto le sumamos la programación mental a la que nos someten desde nuestros inicios… pues hay muchos programas por desinstalar que requieren trabajo interior.

Aunque (y quizás esta información sorprenda a muchos), no todos los seres humanos tenemos alma, son los llamados portales orgánicos. En este punto, el ufólogo y científico Corrado Malanga, diferencia entre varios tipos de personas: primero estarían los humanos normales que nacen con su ánima; en segundo lugar están los humanos grupales, que nacen sin alma pero cuyo cuerpo es usado por un grupo de almas (las llamadas almas familiares); y en tercer lugar, están los hombres sin alma cuyo cuerpo es usado como un recipiente por una entidad positiva o negativa.

Hay que aclarar que Malanga hace una diferenciación entre hombre y humano, constando el primero de cuerpo, mente y espíritu y el segundo de cuerpo, mente, alma y espíritu.

Los hombres que nacen sin alma (ya sea para el uso por parte de un grupo de almas o una entidad individual positiva o negativa), se parece mucho a los que sí disponen de ella, parecen tener sentimientos y emociones y tener empatía por los demás, pero en realidad no sería más que una especie de programación para camuflarse entre la gente que sí tiene alma. Podríamos considerar a estas personas como los «bots» que salen en Matrix, asimilables a programas informáticos dentro de esta realidad virtual, llamados dentro del mundo espiritual «portales orgánicos». Aunque otra terminología para referirse a este tipo de personas si nos atenemos desde el punto de vista computacional sería NPC, traducido como personaje no jugador, un término sacado del mundo de los videojuegos, porque de eso se trata, de la partida de un juego. En este enlace se habla un poco sobre este esta teoría de los NPC…

Los cuerpos sin alma usados por seres positivos serían para ayudar a la humanidad a evolucionar, mientras que por la contra los negativos vienen a tratar de truncar nuestro crecimiento y llevar las agendas de las entidades negativas para controlar, esclavizar y conquistar a la humanidad.

Todos los psicópatas y sociópatas están en la categoría de portales orgánicos, al igual que los grandes administradores del poder en el mundo y, por supuesto, las malditas élites que nos dominan… Ahora cobra sentido el porqué nos parecen unos desalmados estos psicópatas que nos dirigen ¿verdad?, pues sencillamente porque carecen de ella… Yo apostillaría también que el borregomatrix tragacionista que se cree a pies juntillas toda la mierda manipulativa que nos están soltando sin cuestionarse nada, entraría en esta jerarquía, puesto que los NCP o portales orgánicos muchas veces actúan como autómatas movidos por instintos, puesto que sólo tienen activos los tres chakras inferiores.

Según Corrado Malanga, sólo el 20% de la población mundial tendría ánima, pero yo considero que esta cifra es demasiado y, a mi parecer, yo haría un fifty fifty y lo colocaría en torno al 50%, ¿ustedes que opinan? En esta página también sitúan esta condición en torno a mitad de la humanidad y dan algunas pautas para diferenciar quienes son estos «programas informáticos».

Volviendo al tema principal de este artículo, cuando me refiero a que el universo es un holograma, englobaría a todas y absolutamente todas las dimensiones, no sólo a la tercera en la que se sitúa nuestro planeta, esto es extrapolable tanto a las superiores como a las inferiores, es decir a la totalidad del multiverso que engloba la materia (que como ya sabemos es prácticamente inexistente). Sería como una matrix por capas, fuera de esta matrix hay más matrix que engloban a esta matrix, por lo que lo que consideramos «el cielo» al que vamos cuando morimos, estaría también dentro de la simulación, por ejemplo.

Entonces… ¿de donde proviene realmente nuestra alma? Somos consciencias proyectadas desde más allá de todos los planos que conforman esta realidad virtual (nuestra consciencia superior). Si sabemos que lo que se considera la materia, es prácticamente inexistente, que es lo que conocemos y sobre lo que está proyectada la existencia que percibimos, cobra sentido el hecho de que nuestra fuente principal (la consciencia) está proyectada desde su antagónico, es decir, la antimateria. Además cuando la antimateria y la materia entran en contacto, se origina la destrucción de ambas con una inmensa transformación de la materia en energía (algo así como una súper mega explosión), por lo que no pueden coexistir juntas.

De todo ello se puede dilucidar que la muerte, en realidad, no existe, puesto que se trata de un cambio de plano. Por eso, no hay que tener miedo a la parca, ya que nuestro alma es inmortal y tan sólo estamos en este plano para experimentar y evolucionar, y después de esto se pasa a sucesivas dimensiones del ciclo para, finalmente volver a reencarnar junto al grupo de almas al que estamos conectados. Ergo, la muerte no existe y la vida constituye un juego con múltiples partidas, tan sólo es el game over de una de ellas.

EL UNIVERSO Y LA LEY DE ATRACCIÓN

Todo lo expuesto entra en concordancia con dos principios principales de la vida: energía y vibración (ondas de baja frecuencia y ondas de alta frecuencia, recordemos que toda la materia tiene su función de onda hasta que se colapsa y se plasma en partícula por el poder del observador y, que según la teoría de cuerdas, son las vibraciones de éstas las que generan ondas que terminan conformando la materia). Por eso es tan importante vibrar alto en emociones positivas y no en el miedo (que es la frecuencia más baja), porque sabemos que todo es mental y aquello que atraemos es en lo que vibramos.

Podría decirse que estamos viviendo una simulación organizada por un ordenador cuántico que proyecta una realidad holográfica en el que las posibilidades son infinitas, ya que según la mecánica cuántica, todo, absolutamente es posible por remoto que parezca, y todas las contingentes opciones o resultados finales existen al mismo tiempo en universos paralelos, por tanto, todos estamos creando diferentes realidades que ya coexisten, pero que se plasman en una según nuestro foco de atención (el poder del observador).

Ya lo dijo Albert Einstein, «la realidad es simplemente una ilusión, aunque una muy persistente». Se nos lleva dando pistas sobre la naturaleza de la existencia desde tiempos muy remotos, pero que tan sólo conseguían comprender los iniciados en estos principios, y es que no podemos olvidar que de lo que se trata un holograma es de una proyección de información (la materia es prácticamente inexistente), lo que pone de relieve la naturaleza mental de la existencia. Ya Jesucristo manifestaba «todo lo que pidáis en oración se os dará» o «mi reino no es de este mundo», y aquí estaba evidenciando totalmente la ley de la atracción. Mucha gente considera a esta ley como una falsedad, y lo hacen porque no la entienden puesto que no les funciona, porque de lo que se trata no es simplemente desear las cosas y ya, no, hay que hacerlo con pensamiento y sentimiento. Si a un nivel subconsciente no se cree lo que se quiere manifestar, no se consiguen resultados. Por eso es tan importante trabajar el subconsciente y llevar al consciente toda la mierda que se pueda albergar en el interior, porque la manifestación se genera a nivel subconsciente (y ahí radica el verdadero trabajo). No en vano el maestro del psicoanálisis, Carl Gustav Jung ya dijo que «hasta el inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tu lo llamará destino».

Para visualizar aquello que se desea se debe hacer bajo las ondas theta o alfa del cerebro, que son las se generan cuando uno se está quedando dormido pero aún no lo está, aunque también se puede llegar a ellas mediante la meditación.

En este sentido los niños suelen ser unos manifestadores natos, ya que ellos están continuamente bajo esas ondas, mientras que un adulto en estado de vigilia está en estado beta. Es por ello, que ya Jesucristo afirmó en su día «en verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos».

Es importante también visualizar como si lo deseado ya se tuviera o como si se estuviera realizando en presente, ya que si proyectamos en futuro, la cosa se queda ahí, en el futuro y nunca llega… Otro fallo por el que mucha gente cree que no funciona… y agradecer, siempre agradecer por ya tener lo deseado.

Podría decirse que el Nuevo Testamento es un tratado de metafísica puro y duro al que habría que entender en su significado más amplio (con muchos mensajes ocultos que suelen escapar al entendimiento de los no adeptos), pero claro ya la Iglesia desde hace mucho se ha encargado de dar opacidad a los verdaderos mensajes que encierra el sagrado libro, al estar dirigida desde sus albores por manos negras con propósitos siniestros (la espiritualidad es diferente a las religiones, ya que éstas están encaminadas a esclavizar y a escindir a los individuos, tomando su particular visión mística y tratando de imponerla como la única verdad).

Si nos atenemos en el aspecto científico de esta ley, tenemos el claro ejemplo ya mencionado antes de la dualidad onda-partícula, y el reciente descubrimiento en el CERN de la dualidad entre dos tipos de procesos de dispersión que pueden ocurrir en las colisiones de protones realizadas en el Gran Colisionador de Hadrones. Otra evidencia más de la mente crea la realidad…

En este contexto, una de las grandes figuras que explican detalladamente como manejar esta ley, es Neville Goddard, un gran metafísico del siglo XX que ilustra sobre la verdad psicológica que se encuentran en las enseñanzas bíblicas, y restaura la conciencia del significado de lo que los antiguos intentaban decirle al mundo. Y es que «la imaginación crea la realidad», afirmaba Neville… Ya que este gran maestro enseña que nada existe fuera de nuestra propia conciencia y que toda nuestra percepción del mundo es simplemente una proyección de nuestra conciencia interna. Por ello, adoptó el concepto de la Ley de la asunción, que establece que todo lo que se asume como verdadero se convierte en realidad, por lo tanto, para manifestar los deseos hay que asumir el sentimiento del deseo cumplido.

También hay que tener en cuenta que el mundo opera bajo dos tipos de subconscientes: el individual y el colectivo. Todos tenemos la capacidad de trabajar con nuestro propio subconsciente, pero controlar el global es una tarea harto imposible, y es lo que constituye un caos primordial que afecta a la humanidad entera. (Una de las premisas principales de la ley de la atracción, es que no debes contar tu deseo a nadie si queremos manifestarlo, ya que la energía mental de las otras personas interferirían en nuestro trabajo, por algo Jesucristo cuando curaba a alguien le decía «ahora vete y no se lo cuentes a nadie»).

Muy en consonancia con esta energía mental colectiva, está el tema de los egrégores, ¿qué es un egrégor?…Son energías que salen de nuestros pensamientos cuando se repiten muchas veces, que al salir de nuestro cuerpo mental adquieren vida y personalidad y, según la dirección que les demos pueden ser positivos o negativos. Un egrégor, al ser multidimensional, su fuerza es mayor y puede actuar sobre nuestros miedos más profundos.

De modo que podría describirse como una entidad psíquica o una forma de pensamiento que se compone de fuertes influencias energéticas y emocionales producida por poderosos pensamientos colectivos vigentes. El resumen de las energías físicas, emocionales, mentales y espirituales generadas por dos o más personas que vibran juntos hacia el mismo objetivo; un subproducto de nuestro proceso creativo personal como co-creadores de nuestra realidad.

Por lo cual que no es de extrañar que el miedo cree realidades que sumerja nuestro mundo en una pesadilla, las tan odiadas élites conocen esto, y lo usan como herramienta para sus oscuros propósitos a través del miedo. Así que… ¿vamos a continuar siguiéndoles el juego?…

*Documentos de interés:

  • Canal de Youtube en el que se expone y explica la parafernalia de esta simulación. Yo sigo por varias vías al chico que lo lleva y esclarece unas cuantas cosas, aunque hay algún punto en el que no estoy completamente de acuerdo con él: https://www.youtube.com/channel/UCkOzQEcFMAN9Ov5t3HbPm4g